Empecemos por el director: Steve McQueen. No se trata del famoso actor americano metido a director; desgraciadamente el actor de “Los siete magníficos”, “La gran evasión”, “Papillon”, “El coloso en llamas”, “La huida”… nos dejó definitivamente hace ya bastantes años. El actual Steve McQueen es un señor inglés, alto, gordo y de color con lo que cualquier parecido con el anterior es poco menos que imposible.
Pues nos presenta este director y guionista una película de cine negro y atraco, pero con la salvedad de que ahora son mujeres las protagonistas quienes llevan a cabo lo que deberían haber hecho los hombres, sus maridos, cosa que éstos no pueden realizar por estar todos ellos muertos en el atraco anterior.
Los atracados, los que sufrieron el atraco, no están dispuestos a perder aquellos dos millones de dólares y presionan a las viudas, para que les devuelvan el dinero pues suponen que ellas lo tienen o saben dónde está. La cosa se complica porque las féminas no tienen ni idea del dinero y ni tan siquiera de que sus maridos eran unos ladrones. Una de ellas encuentra cierto cuaderno donde… No, no dice dónde está el dinero pero en sus páginas se explica cómo dar un nuevo golpe etc.
Entre unas cosas y otras se mezclan las consecuencias del anterior atraco con la política y las próximas elecciones municipales, que corren peligro para el nuevo político si no aparecen esos dos millones evaporados.
Con ser todo esto emocionante resulta que no es lo más importante de la película, pues se trata de reflejar las circunstancias personales de cada una de las tres mujeres: desamparo, frustración, desengaño, preocupaciones por los hijos, enfrentamiento con la familia, un provenir incierto y muy negro… y un largo etcétera que nos transmite cada una de las viudas en el rostro. Y deciden apechugar con las exigencias de los “malos”, explotar las posibilidades de lo que se dice en el cuaderno y, a propuesta de una de ellas, dar ese golpe que las sacará del atolladero donde sus difuntos maridos las han metido.
Dada la temática y el ambiente en el que se desenvuelve la película, el espectador puede pensar en las descabelladas carreras por las calles de una gran ciudad americana con la policía atronando las calles con sus sirenas, accidentes de automóviles y alguno estallando y ese largo etcétera de efectos que tan bien conocemos. Pues algo de eso hay, pero muy poquito, apenas nada. Lo más importante son las mujeres y su determinación porque cada una, además, tiene una cuenta extra que saldar con su difunta costilla. Una cuenta que no es económica.
El film participa de una forma de hacer películas que ya no se lleva (el cine policiaco de antes); de otra parte del cine actual por los ambientes y de otro por la sicología de las mujeres. Tres tipos de cine que el director ha sabido combinar muy bien. El resultado final es una cinta emotiva, y lo pongo en primer lugar, de acción, con sorpresa final y profundamente femenina.
– ¿No aparecen hombres en el film?
– Por supuesto que sí, pero todos tienen papeles secundarios y algunos con escasos minutos de presencia en la pantalla.
Como ya es preceptivo en el cine actual, los exteriores quedan reducidos a la mínima expresión, pero las emociones en los rostros femeninos brillan con luz propia.
Juan J. Calvo Almeida.
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