El escritor británico Eduard Thomas – 1878-1917 – decía “que el pasado es la única cosa muerta cuyo aroma es dulce”. Este pensamiento se podría aplicar concretamente al Concierto- Misa incluida –  realizado por Cantoría Hipponensis en la Parroquia de Cristo Rey – 25/11/18 -. Porque no cabe duda, que es siempre una ilusión renovada soñar y evocar los primeros pasos musicales que realizó nuestro coro y que fueron en el marco de esta parroquia. Y aunque el proverbio ruso afirme que “añorar el pasado es correr tras el viento”, no creo que sea correr tras un fantasma musical, sino contemplar con la perspectiva del tiempo, como se va forjando año tras año, concierto tras concierto, la imagen, la profesionalidad y la ilusión de un masa coral como la nuestra.

 Cantoría Hipponensis se sumó – como ya es tradicional – a la festividad de Cristo Rey interpretando la Misa Brevis nº 7 en Do mayor de Ch. Gounod, añadiendo motetes clásicos de Haendel, Tomás L. de Victoria y W. Amadeus Mozart en los momentos litúrgicos apropiados.

 Y tras la misa, Cantoría Hipponensis interpretó un mini concierto de música variada concluyendo su actuación con el Negro Spiritural “Sit down, sister” de ritmo acelerado y contagioso.

 Es una forma de contribuir a dar mayor relieve a la festividad de nuestra parroquia colegial  y a la Misa Solemne oficiada por Monseñor Escudero, antiguo alumno del Colegio y un breve preludio para el Concierto Navideño de Villancicos – 16/12/18 – en este mismo marco en fechas muy próximas.

Y como colofón a nuestra participación en el día de Cristo Rey, la Parroquia nos ha hecho llegar esta carta:

Juan José Davalillo