Pallida mors aequo pulsat pede pauperum tabernas regumque torres” – “La pálida
muerte hiere con pie igual las chozas de los pobre y los palacios de los Reyes”. Con
estos versos de la Oda de Horacio llega a nuestra página web., con excesivo retraso,
esta nota necrológica y en modo absoluto ha sido por dejar pasar los días, sino por
problemas personales ya que ha sido imposible redactarla.

En fin,
“la pallida mors”, una vez más ha llegado a nuestro coro y nos ha privado de
la presencia física y de la voz del miembro de la cuerda de bajos Ramón Garcerá.

Ramón era un hombre sencillo y colaborador sin límites de la línea coral de Cantoría
Hipponensis. Un hombre que sabía navegar, con su ayuda siempre efectiva, en la
misma dirección siguiendo el lema de que en un coro todos somos necesarios y nadie
imprescindible.

No dudo que en estos momentos su voz ya estará sumándose a la de comprañeros y
compañeras a los que igualmente la “pallida mors” ha llamado a las puertas de
nuestro Coro.

Ramón, gracias. Millones de gracias por dejarnos un herencia singular. El saber
colaborar por una vía común, el enseñarnos a navegar en un misma dirección en
busca de puertos inimaginables y en apoyar la línea coral de Cantoria Hipponensis.

Juan José Davalillo