CRÓNICA DE UN CONCIERTO ANUNCIADO

Festividad de Cristo Rey. 22/nov.2015 

Voy a iniciar este comentario coral con un rasgo nostálgico, y en modo alguno quisiera que se interpretase este en acento sureño, al citar como encabezamiento la letra de una canción muy conocida que reza así:

“Hoy he vuelto a pasar

Por aquel camino verde

Que por el valle se pierde

Con mi triste soledad …”

Y menciono la letra de esta copla por lo de “vuelto a pasar”. Y es que, a decir verdad “volver” y “pasar” son dos verbos llenos de nostalgia. Pero al mismo tiempo, estos dos verbos igualmente son una ventana abierta a la ilusión, la esperanza, la alegría y al descanso de quien llega y sabe que no puede quedarse ahí como un calderón musical perenne.

Y he hecho este preludio introductorio para certificar que el pensamiento de Confucio – “quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse maestro” –  es una realidad vivida por Cantoría Hipponensis.

Nuestro coro – Cantoría Hipponensis – volvió ayer a pasar por la Iglesia Parroquial de Cristo Rey en la festividad litúrgica de su Titular, un año más.
¿Quiénes no
recuerdan aquella primera misa, sencilla y sin mayor alarde musical, si se la compara con la Missa Brevis de Charles Gounod  que se cantó esta vez? Luego, a decir verdad, tiene razón Confucio cuando dice lo de “aprender el nuevo camino”. Todo ha cambiado, desde la Iglesia con su nuevo retablo, hasta el número de fieles que estuvieron presentes en este acto litúrgico-dominical.

Las voces del Coro pusieron acompañamiento a la Eucaristía con piezas sacras de Soler, Gounod, Haendel, Tomás L. de Victoria y A. Brucker dando de esta manera cumplido realce a este acto religioso.

Tras la Misa, Cantoría Hipponensis, ofreció al público asistente un mini-concierto “aperitivo” que fue gratamente acogido siendo correspondido con un aplauso cariñoso y calido.
Creo que el público se quedó con las ganas de uno o varios “bises” cuando ya se había sumado a la corriente coral, pero no olvidemos que solo era un aperitivo y ya era la hora de irse a casa a comer…


Y concluyo este comentario, repitiendo la idea de Confucio: “Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse maestro”.
Nunca debemos olvidar esta sabia sentencia…

 

Juan José Davalillo