RESEÑA CINEMATOGRÁFICA.PERDIENDO EL NORTE.
Comedia española sobre la más cruda y dura realidad: la emigración.
Porque es comedia hay risas, sonrisas y vis cómica, pero se intercalan momentos serios, de seriedad casi dramática.
La película nos narra las peripecias de un par de jóvenes titulados que ven frustradas sus esperanzas laborales con el estallido de la burbuja inmobiliaria y los recortes de la Administración. Nuestros protagonistas deciden emigrar a Alemania alentados por la propaganda de un programa televisivo similar a “Españoles en el mundo” y convencidos de pertenecer a esa generación de jóvenes, la generación mejor preparada de la historia de España, hacen la maleta y se plantan en Berlín.
Empezando en la estación de llegada, la cruda realidad se impone a la “generación mejor preparada”: no saben alemán y ese es un pecado que no se perdona en Alemania. Inmediatamente viene el momento de buscar trabajo y entonces la cosa se pone dura de verdad. Bueno, lo dejamos aquí y que sea el espectador quien vaya descubriendo los siguientes momentos entre risas y carcajadas. Que ría que disfrute y que lo pase bien porque para eso el film es una comedia.
No obstante hay momentos ácidos que salpican de cuando en cuando al espectador. Éstos corren a cargo de José Sacristán, quien desde un papel secundario demuestra todo su buen hacer profesional y su personaje viene a ser la voz de la experiencia. Realmente borda el papel.
Sus intervenciones aportan solera y peso a la cinta.
Los protagonistas (Yon González, Julián López y Blanca Suárez) aparecen en pantalla y el espectador quizá los juzgue como novatos ante un Sacristán, un Cámara y una Machi. Aparentemente el espectador tiene la sensación de que no dan la talla ante los citados profesionales consagrados, pero no es así; cuando el film termina el espectador confirma que sí, que los tres protagonistas han dado el “do de pecho” y que además van a sentirse muy orgullosos de haber tenido a su lado a los tres grandes antes citados.
La cinta nos ofrece algunas panorámicas de Berlín, a mí me han gustado, y en general creo que la cinta puede verse y disfrutarse. Por mi parte añadiría que la cinta es al mismo tiempo una desmitificación de ese programa televisivo antes citado y de otros similares en los que siempre aparecen o se muestran casos de “triunfadores”, muy pocos en comparación con la legión de compatriotas que hicieron las maletas y abandonaron España y de cuya suerte poco o nada se ha dicho.
El tema no es nuevo, pues ya Miguel Delibes escribió sobre el tema más de una página que seguramente el espectador recordará a lo largo del film. Juan J. Calvo Almeida.
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